sábado, 30 de octubre de 2010

MIRADOR

El número 1 despreció al cero. Le dijo:
--No vales nada.
También el número 2 despreció al cero.
Y lo despreciaron igualmente el 3, y el 4, y el 5, y el 6, y el 7, y el 8, y el 9.
Todos despreciaron al cero.
El pobre cero, lleno de tristeza, los dejó.
Pero entonces el número 1 se dio cuenta de que sin el cero no podía hacer el 10, ni el 100, ni el 1000. Y los demás número también se dieron cuenta de su error.
Llamaron, pues, al cero. Le pidieron perdón, y le dijeron:

                                                                                                                                 Vales mucho.

¡Buen Dia!...

ARMANDO FUENTES AGUIRRE