Micaela Martínez Dávila, encargada de la casa hogar “El Ángel”, ubicada en esta ciudad, señaló que no cuentan con apoyos de las dependencias de gobierno tanto federal, estatal y municipal, para dar atención a las menores que llegan a este centro, las cuales han sufrido de abandono y maltratos físicos principalmente. Indicó que desde su creación desde hace 25 años, han dado atención a niñas olvidadas, las cuales son principalmente de comunidades indígenas, además de que en muchas ocasiones el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), ha llevado a menores a esta casa, “sin embargo al solicitar el apoyo para nuestras niñas no hemos encontrado una respuesta positiva a nuestra institución”. Dijo que además han solicitado leche de los programas que maneja esta dependencia, donde están dispuestas a cubrir la cuota de recuperación, sin recibir una respuesta positiva y ante ello han dejado de acudir a las instituciones de apoyo del gobierno federal, estatal y municipal. Manifestó que la casa hogar se mantiene de apoyos otorgados por la ciudadanía y de la venta de artesanías y gelatinas, para dar alimento y educación a las 28 niñas con las que cuentan actualmente, donde los gastos mensuales ascienden a 40 mil pesos, recurso que lo obtienen sin el apoyo gubernamental. Expresó que esta casa hogar, únicamente recibe a niñas mayores de 5 años, “donde muchas de ellas son llevadas por sus propios padres, a las cuales las recibimos con todo el amor, además de otorgarle un techo digno, comida y educación hasta el nivel bachillerato, sin embargo, las niñas huérfanas tienen todo el respaldo para que estudien hasta donde ellas deseen”. Mencionó que ante la entrada de la nueva administración no han acudido al DIF, ya que en las administraciones anteriores no recibieron el apoyo de la institución, por lo cual es necesario que el gobierno apoye a esta casa hogar, la cual requiere de recursos para atender a las niñas olvidadas de la Mixteca. Explicó que las niñas son originarias de San Juan Mixtepec, Santa María Yucunicoco, Santiago Juxtlahuaca, Chalcatongo de Hidalgo, Tlaxiaco, entre otras comunidades, donde todas han recibido maltrato físico, y un 10 por ciento de ellas han sido abandonadas por sus padres.