¿Qué es más valioso que la vida humana?, ¿El dinero? ¿La tierra?, ¿Qué otra cosa? El dinero lo hace el hombre y se puede perder o ganar. La tierra nunca la poseemos y sin embargo ella, tarde o temprano, nos posee y todos los demás bienes deben estar al servicio del hombre. Lo más valioso es la vida de los seres humanos y, si esto es así, hay que hacer o pagar cualquier precio con tal de conservarla. Cuando menos, ese es nuestro punto de vista.
En la Alta Mixteca oaxaqueña, desde el mes de agosto se viene acabando con la vida de muchos campesinos y nadie quiere hacer nada para acabar con estos crímenes. El 7 de agosto del presente año, se asesinó a Simón Antonio Santos y se dejó invalido de por vida a Filemón Antonio José, además de otros 3 heridos de bala. El 24 de octubre se ultimó a Pedro Guzmán González y se dejó gravemente herido a Roberto José San Juan. El 23 de noviembre, se acribilló cobardemente a Isidoro Hernández José, cuyo cuerpo fue secuestrado y no se ha entregado a sus familiares ni a las autoridades correspondientes.
En la región mixteca se está cazando a seres humanos como si fueran conejos, perros o animales indeseables. Los responsables intelectuales son los caciques de San Juan Mixtepec encabezados por Leonel Martínez Sánchez, presidente municipal, y Adolfo Gómez Hernández que se han negado, durante años, a poner fin al conflicto agrario entre Santo Domingo Yosoñama y San Juan Mixtepec.
Son ellos, los que han azuzado a una parte de la población de San Juan Mixtepec a acabar con la vida de campesinos humildes que se dedican a trabajar sus tierras. Son ellos, también, los que mantuvieron secuestrados a 39 campesinos durante 72 días, en la cabecera municipal de San Juan Mixtepec y son ellos los que en una actitud que solo puede calificarse como sanguinaria, solo equiparada con los chacales, piensan o creen que la forma de arreglar los conflictos agrarios es la violencia en todas sus formas y el asesinato de sus adversarios.
Los antorchistas no compartimos esta visión y pensamos que el conflicto agrario, causa fundamental, de esta ola de violencia que denunciamos hoy, tiene que abordarse con responsabilidad, inteligencia y justicia; mientras lo anterior no ocurra, la situación irá escalando a grados cada vez mayores hasta que se vuelva incontrolable.
Nosotros no deseamos un enfrentamiento, por lo cual hemos mantenido un plantón desde el 31 de mayo del presente año y hemos solicitado a la Procuraduría General de Justicia que investigue los delitos cometidos y le aplique la ley a quien la haya violado. Hemos acudido más de 10 veces a la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México para que en su calidad de Gobierno Federal intervenga en el conflicto agrario e imponga castigo a los delincuentes de San Juan Mixtepec.
Solicitar lo anterior no es venganza, ni un abuso, sino hacer uso de un derecho que tenemos todos los mexicanos pues el gobierno tiene la obligación de garantizar la paz social para todos los gobernados. Solicitamos enérgicamente que él Gobierno Federal y Estatal detenga los asesinatos contra humildes campesinos de Yosoñama así como la intervención decidida y efectiva de la SEGEGO y la Secretaria de Reforma Agraria para la solución del conflicto entre ambas comunidades.
Por otro lado, el Gobierno del estado entrante y saliente, debe garantizar la paz social y el respeto a la vida humana y el no ultraje a los muertos como se está dando el caso de Isidoro Hernández José.
En la Alta Mixteca oaxaqueña, desde el mes de agosto se viene acabando con la vida de muchos campesinos y nadie quiere hacer nada para acabar con estos crímenes. El 7 de agosto del presente año, se asesinó a Simón Antonio Santos y se dejó invalido de por vida a Filemón Antonio José, además de otros 3 heridos de bala. El 24 de octubre se ultimó a Pedro Guzmán González y se dejó gravemente herido a Roberto José San Juan. El 23 de noviembre, se acribilló cobardemente a Isidoro Hernández José, cuyo cuerpo fue secuestrado y no se ha entregado a sus familiares ni a las autoridades correspondientes.
En la región mixteca se está cazando a seres humanos como si fueran conejos, perros o animales indeseables. Los responsables intelectuales son los caciques de San Juan Mixtepec encabezados por Leonel Martínez Sánchez, presidente municipal, y Adolfo Gómez Hernández que se han negado, durante años, a poner fin al conflicto agrario entre Santo Domingo Yosoñama y San Juan Mixtepec.
Son ellos, los que han azuzado a una parte de la población de San Juan Mixtepec a acabar con la vida de campesinos humildes que se dedican a trabajar sus tierras. Son ellos, también, los que mantuvieron secuestrados a 39 campesinos durante 72 días, en la cabecera municipal de San Juan Mixtepec y son ellos los que en una actitud que solo puede calificarse como sanguinaria, solo equiparada con los chacales, piensan o creen que la forma de arreglar los conflictos agrarios es la violencia en todas sus formas y el asesinato de sus adversarios.
Los antorchistas no compartimos esta visión y pensamos que el conflicto agrario, causa fundamental, de esta ola de violencia que denunciamos hoy, tiene que abordarse con responsabilidad, inteligencia y justicia; mientras lo anterior no ocurra, la situación irá escalando a grados cada vez mayores hasta que se vuelva incontrolable.
Nosotros no deseamos un enfrentamiento, por lo cual hemos mantenido un plantón desde el 31 de mayo del presente año y hemos solicitado a la Procuraduría General de Justicia que investigue los delitos cometidos y le aplique la ley a quien la haya violado. Hemos acudido más de 10 veces a la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México para que en su calidad de Gobierno Federal intervenga en el conflicto agrario e imponga castigo a los delincuentes de San Juan Mixtepec.
Solicitar lo anterior no es venganza, ni un abuso, sino hacer uso de un derecho que tenemos todos los mexicanos pues el gobierno tiene la obligación de garantizar la paz social para todos los gobernados. Solicitamos enérgicamente que él Gobierno Federal y Estatal detenga los asesinatos contra humildes campesinos de Yosoñama así como la intervención decidida y efectiva de la SEGEGO y la Secretaria de Reforma Agraria para la solución del conflicto entre ambas comunidades.
Por otro lado, el Gobierno del estado entrante y saliente, debe garantizar la paz social y el respeto a la vida humana y el no ultraje a los muertos como se está dando el caso de Isidoro Hernández José.
Así también, hacemos un llamado a la Comisión Nacional y Estatal de derechos Humanos, para que tomando como valor supremo LA VIDA HUMANA, exijamos su respeto y a la Procuraduría General de Justicia investigue y encuentre el cuerpo de Isidoro Hernández José, quien después de ser vilmente asesinado fue secuestrado por los ...... de San Juan Mixtepec.