martes, 7 de diciembre de 2010

Rufino Domínguez, primer migrante en dirigir el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante

LOS ANGELES, Cal,.- El 26 de noviembre, Rufino Domínguez contestó el teléfono:
-¡Bueno!
- Habla Gabino Cué.
Y Rufino creyó que era una broma de alguna estación de radio.
-¿Cómo estás?
- Muy bien.
-Te estoy llamado para darte la noticia de que quiero que vengas a mi gabinete para dirigir el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, por tu trayectoria, porque pensamos que vas a poder sacar adelante el trabajo.
Y Rufino enmudeció un instante. Luego respondió
-Si me lo pide y confía en mí, sería un honor el aceptar.
- Felicidades. Te espero el día 30 para una recepción y para todos los demás detalles, para tomar protesta.
Rufino reconstruyó con estas palabras ese momento que lo marcó y sentó el precedente de ser el primer migrante que asume tal posición. Califica a este hecho de “histórico”.

Mixteco, de 47 años, 26 de los cuales ha vivido en Estados Unidos, Domínguez ha sido un activista comunitario, con visión crítica. Su labor la ha realizado, fundamentalmente, en el Valle de San Joaquín, ubicado al norte californiano, una de las zonas agrícolas más importantes del mundo con una producción anual superior a los 30 mil millones de dólares. Allí viven, al menos, 70 mil oaxaqueños. Hasta ese momento estaba dedicado a la dirección del Centro Binacional para Desarrollo Indígena Oaxaqueño y fungía como asesor del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), que formó parte de una amplio grupo de organismos de migrantes que impulsaron la candidatura del entonces aspirante a gobernador, Gabino Cué.

Hace unos tres meses, un corresponsal entrevistó a Rufino en las oficinas del FIOB, en Los Angeles, y esta fue parte de lo tratado:

Recomiendas que sigan viniendo a Estados Unidos los oaxaqueños en este momento difícil?
“No puedo decir que no vengan o que vengan. El derecho a migrar es humano y si hay violencia política en las comunidades, pobreza, marginación no podemos decirles que se queden y se mueran de hambre. La gente debe buscar su vida, su porvenir. El venir es responsabilidad del gobierno federal y estatal de tratar de parar la migración, que no es justa. Venimos a sufrir discriminación, violaciones a los derechos humanos, laborales, de vivienda, de educación”.

TRAYECTORIA
Más de la mitad de sus 43 años la ha pasado así el dirigente indígena, desde que salió, en 1984, de su natal San Miguel Cuevas, gracias a las amenazas de muerte de un cacique que lo secuestró y le puso una tunda. Su primera parada fue en los campos de Sinaloa. De ahí, como miles de oaxaqueños, fue a dar a San Quintín, Baja California, también tierra de riego y hortalizas. El siguiente paso, natural, fue Madera, California, donde comenzó su historia de político binacional pizcando en los campos.
Con otros dirigentes de este y aquel lados de la frontera, Rufino fundó el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, y durante ocho años fue promotor comunitario del Proyecto de los Pueblos Indígenas de Asistencia Legal Rural de California (CRLA, por sus siglas en inglés).
En 2001 fue nominado, con otras 3 mil personas, al premio Liderazgo por un Mundo Cambiante, que otorgan la Fundación Ford, el Instituto de Abogacía y la Universidad de Nueva York. Rufino ganó el premio, tras una minuciosa investigación de un año, que incluyó las finanzas de su organización.
Hace unos meses, Domínguez dejó el cargo de coordinador general del FIOB, ya rebautizado como Frente Indígena de Organizaciones Binacionales.